domingo, 13 de febrero de 2011

Octavio Paz y Loquillo: Central Park

En el año 1994 Loquillo publicó en solitario el álbum La vida por delante. El disco es un buenísimo ejemplo de cómo la literatura y el rock pueden hacer buenas migas. Con la ayuda del escritor y músico Gabriel Sopeña, Loquillo se dedicó a adaptar poemas de escritores como Gil de Biedma, Pablo Neruda o Pedro Salinas. Del poeta mejicano Octavio Paz seleccionó Central Park.

Verdes y negras espesuras, parajes pelados,
río vegetal en sí mismo anudado:
entre plomizos edificios transcurre sin moverse
y allá, donde la misma luz se vuelve duda
y la piedra quiere ser sombra, se disipa.
Central Park
Don't cross Central Park at Night.
 
Cae el día, la noche se enciende,
Alechinsky traza un rectángulo imantado,
trampa de líneas, corral de tinta:
adentro hay una bestia caída
dos ojos y una rabia enroscada.
En Central Park.
Don't cross Central Park at Night.
 
No hay puertas de entrada y salida,
encerrada en un anillo de luz
la bestia de yerba duerme con los ojos abiertos,
la luna desentierra navajas,
el agua de las sombras se ha vuelto un fuego verde.
En Central Park.
Don't cross Central Park at Night.
 
No hay puertas de entrada pero todos,
en mitad de la frase colgada del teléfono,
de lo alto del chorro del silencio o la risa,
de la jaula de vidrio del ojo que nos mira,
todos vamos cayendo en el espejo.
Es Central Park.
 
El espejo es de piedra y la piedra ya es sombra,
hay dos ojos del color de la cólera,
un anillo de frío, un cinturón de sangre,
hay el viento que esparce los reflejos
de Alicia desmembrada en el estanque.
En Central Park.
Don't cross Central Park at Night.
 
Abre los ojos: ya estás adentro de ti mismo,
en un barco de monosílabos navegas
por el estanque-espejo y desembarcas
en el muelle de Cobra: es un taxi amarillo
que te lleva al país de las llamas
a través de Central Park en la noche.
Don't cross Central Park at Night.

Leed, escuchad y disfrutad.N

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